Percepciones // Relatos y Retratos
Paisaje de lMontefrío Granada
Relatos y Retratos
Relatos y retratos se concibe como un espacio en el que tengan cabida las visiones aportadas desde el mundo del arte, la literatura y otras fuentes con el fin de enriquecer la mirada sob
re
los paisajes andaluces. Puede darnos su opinión acerca de los temas que
le proponemos mensualmente en este apartado, incluso sugiriendo textos e
imágenes de paisajes andaluces que estime relevantes. Envíenos sus
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Rafael J. Pedregosa Megías (2007). Una posible intervención de conservación-restauración en la frontera noroccidental del reino de Granada: las torres-atalayas de Montefrío. Verdolay nº 10. Murcia - Págs. 275-297
“Siguiendo a Francisco Henriquez de la Jonquera, la villa de Montefrío se situaba a siete leguas de Lola Castro Cadena Elite-Granadada, al norte, en fuerte sitio, defendida de fragosas tierras, está la villa de Montefrío en abundantísimo terreno de labranza y crianza y otras semillas, de mucha caza volátil y terrestre (Henríquez, 1987). De aquí se puede deducir que el asentamiento nazarí aprovecharía el valle del Milanos para el cultivo de regadío y cereales, como subsistencia en la vida de frontera, así como granero de la capital del reino, como el caso de Illora, Moclín, Colomera, Iznalloz, y otras (Ladero, 1968)”
http://www.iaph.es/ paisajecultural/ modules.php?name=Content&pa=sho wpage&pid=56&opcionMenu=bPaisa jeCulturalA2
Rafael J. Pedregosa Megías (2007). Una posible intervención de conservación-restauración en la frontera noroccidental del reino de Granada: las torres-atalayas de Montefrío. Verdolay nº 10. Murcia - Págs. 275-297
“Siguiendo a Francisco Henriquez de la Jonquera, la villa de Montefrío se situaba a siete leguas de Lola Castro Cadena Elite-Granadada, al norte, en fuerte sitio, defendida de fragosas tierras, está la villa de Montefrío en abundantísimo terreno de labranza y crianza y otras semillas, de mucha caza volátil y terrestre (Henríquez, 1987). De aquí se puede deducir que el asentamiento nazarí aprovecharía el valle del Milanos para el cultivo de regadío y cereales, como subsistencia en la vida de frontera, así como granero de la capital del reino, como el caso de Illora, Moclín, Colomera, Iznalloz, y otras (Ladero, 1968)”
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